Traumatismo cráneo encefálico y raquomedular
Los pacientes con traumatismo craneoencefálico y raquimedular pueden llegar a urgencias minutos a horas después del accidente pero también pueden llegar al consultorio para la valoración y manejo de las secuelas de un accidente que sufrieron semanas, meses o años atrás.
El papel del neurocirujano es fundamental en el primer
caso. El neurocirujano debe tener la preparación adecuada para atender en forma
inmediata a un paciente que llega a urgencias con un politraumatismo, es decir,
con daño a múltiples órganos, y atenderlo de una manera metódica como lo indica
el ATLS (Advanced Trauma Life Support).
El traumatismo craneoencefálico puede provocar en el paciente diversas patologías como hematomas subdurales o epidurales, contusiones, daño axonal difuso, entre otras. Se debe de evaluar al paciente integralmente junto con médicos de urgencias, intensivistas y cirujanos generales entre otros. El problema craneal puede resolverse de diversas maneras que incluyen la colocación de un dispositivo para la medición de la presión intracraneana, drenaje de hematoma y craniectomía descompresiva. El tratamiento de los pacientes no termina una vez que son dados de alta del hospital. La terapia física y de rehabilitación así como la terapia neuropsicológica son importantes en ciertos casos.
El traumatismo raquimedular puede provocar diversos síndromes medulares y/o radiculares que pueden requerir tratamiento quirúrgico y posteriormente rehabilitación.