Cirugía Vascular

Las enfermedades vasculares que pueden ser susceptibles a operarse incluyen los aneurismas cerebrales y las malformaciones vasculares, dentro de las cuales se encuentran las malformaciones arteriovenosas y los angiomas cavernosos. El tratamiento más frecuente de pacientes con aneurismas cerebrales son el clipaje o la embolización. Ambos tratamientos lo que logran es excluir al saco aneurismático de la arteria de origen evitando así un sangrado 

Las opciones ante una malformación arteriovenosas pueden ser observación, embolización, radiocirugía o microcirugía. Una vez que se diagnostica a un paciente con una malformación arteriovenosa debe hacerse un análisis multidisciplinario que incluya al menos un experto de cada una de las siguientes disciplinas: neurocirugía vascular, radiocirugía y terapia endovascular. Se debe establecer un plan de tratamiento antes de hacer cualquier intento de tratamiento. A veces lo mejor es vigilar al paciente por el bajo riesgo de sangrado que presenta y por la edad al momento del diagnóstico. Otras veces se realiza una embolización selectiva para posteriormente operar o radiar al paciente, o pudiera ser necesario operar o radiar al paciente de manera directa sin embolización. No se debe proceder sin tener un Plan Estratégico predeterminado y entendido por el paciente y su familia. 

Los angiomas cavernosos generalmente deben ser operados ya que este tratamiento ofrece los mejores resultados. En algunos pacientes en los cuales el angioma cavernoso se encuentra en una localización realmente inaccesible desde el punto de vista quirúrgico, entonces pueden tratarse con radiocirugía.